viernes, 28 de noviembre de 2014

AMORES Y AMORÍOS

Amor, amor, amor, a todos se nos llena la bocaza con esta palabra, pero está tan desprestigiada por su constante uso, abuso y, sobre todo, manipulación, que ya llega a ser cargante solamente escucharla, sobre todo cuando sabes que son pocos los que conocen su significado. Aunque la mayoría de las personas lo viven, no saben con certeza lo que es.
El amor se inicia desde que el hombre existe en la tierra. El amor verdadero es algo difícil de vivir, por que además de que tiene ya dentro de sí una gran complejidad, no se tiene un concepto claro de él, la mayoría de las personas creen que el amor es un sentimiento, lo cual es un grave error.
El hecho de amar a otra persona, no quiere decir que siempre va a palpitar el corazón al verla, esto sería imposible. El amor es una DECISIÓN, UNA UNIÓN DE VOLUNTADES y una ACTITUD CONTINUA, no un sentimiento. Es tratar de convivir con una persona que es totalmente diferente a ti, lo cual cuesta. Tal vez esto es fácil de decir, pero cuando uno realmente lo asimila, cambia la perspectiva de cualquier relación.
Me estoy refiriendo a cualquier tipo de amor, no sólo al amor de pareja. El amor a tus padres, tus hijos, tu novia, tu esposa, tus amigos y quien quiera que te rodee no es una cuestión de sentimiento, sino de decisión.
¿Por qué no de sentimiento? porque los sentimientos son cambiantes y no permanentes. Si nos guiáramos sólo por lo que sentimos, nos hubiéramos ido de nuestra casa cuando éramos adolescentes, hartos de nuestros padres; hubiéramos terminado con nuestra novia en la primera pelea fuerte que tuvimos, cuando no queríamos verla más; hubiéramos mandado al carajo al hijo que con tanto esfuerzo pagamos los estudios y que se gasta el dinero en salidas. Todo eso y más pasaría si nos dejáramos llevar por nuestras emociones, nuestros sentimientos.
Pero ocurre que en medio de una pelea, cuando tienes ganas de decirle a tu pareja a dónde se puede ir, piensas en cuán importante es ella, cuánto han pasado juntos y decides bajar el tono de voz y no faltarle el respeto. O que comprendes que los problemas de tu hijo nacen del divorcio entre tú y su madre hace un par de años y que no consiguió superar, y decides darle otra oportunidad. O que cuando estás harto de que tu abuelo te repita una y otra vez la misma historia, decides tragarte el fastidio y regalarle una sonrisa. O que cuando estás haciendo servicio social en la parroquia, tragas saliva (junto con el asco) y ayudas a un viejo con pústulas a levantar la cabeza para que coma. Eso es amor. Decidiste amar a la otra persona independientemente de los sentimientos que te producía.
Lo anteriormente dicho hace ver que una relación y por consiguiente el amor no se basa en sentir, sino en tener LA ACTITUD, EL COMPROMISO y LA VOLUNTAD siempre dispuesta, sigue existiendo cuando uno esta desilusionado, enojado o triste, y no quiere decir que no se ame, sino que para que acoplen dos piezas que son diferentes, necesitan limarse, y generalmente duele. Si esto se llega a vivir, se entiende entonces que una relación es una constante LUCHA, pero que no se basa en sentimientos.

martes, 25 de noviembre de 2014

CRECER

Una de las preocupaciones que tenemos con frecuencia es la de vernos estancados en la rutina y no avanzar como nos gustaría, o incluso la de experimentar un cierto cansancio y retroceso en nuestra vida espiritual.
¿Cómo escapar a esta situación?
Muchos autores espirituales han tenido -y tienen- una experiencia semejante, y por eso, una vez superada y después de haber REFLEXIONADO sobre ella, nos han dejado algunas pautas comunes, aunque sin olvidar que el Espíritu de Jesús lleva a cada uno por un camino diferente.
Hay que recordar en primer lugar, que el nacimiento a la vida cristiana comienza con el bautismo.
A partir de ese momento se inicia un progreso de crecimiento INDEFINIDO que sólo concluye con la muerte.
Todo el conocimiento y el amor que podemos desplegar en este mundo no agotan, sino que ensancha nuestra capacidad de crecimiento y nos dispone para recibir más LUZ y más crecimiento divino.
De este modo, una gracia está siempre llamando a otra gracia, y el no disponerse a recibir más es exponerse a perder lo ya recibido.
Santa Teresa de Jesús decía que no avanzar es retroceder, "QUIEN NO CRECE, DECRECE", porque el amor verdadero no se contenta nunca con el estado al que ha llegado.
Jesús quiso que sus discípulos tuvieran cada vez vida más abundante.
Crecer espiritualmente es estrechar más nuestra unión con Cristo.
Cuanto más unidos estemos a Él, más fácilmente recibiremos un nuevo aumento de la gracia.
(Debemos saber que, en el cristianismo, la gracia es el favor sobrenatural y gratuito que Dios concede al hombre para ponerlo en el camino de la salvación).

jueves, 13 de noviembre de 2014

¡EL BLOG DE LOS BLOGS!

Bueno, amigos y leales seguidores, os voy a recomendar el blog de mi muy querido sobrino Juan Luís, es un joven muy avezado en estas lides, indagador y prometedor, si queréis visitarlo pinchad aquí . Gracias.

¡VAMOS QUE NOS VAMOS, PERO LLEGAMOS!

Bueno, intento retomar este ya anciano blog, a ver qué pasa. Estuve muy alejada de estos menesteres y me disculpo ante mis fieles seguidores. Mis intenciones para el futuro son imponerme nueva disciplina e introducir entradas regularmente.
 Hoy quiero hablaros sobre la EXPERIENCIA RELIGIOSA, que está marcadamente influida por la salud física, el temperamento heredado y el medio ambiente social. Pero estas condiciones temporales no inhiben el progreso espiritual interior de un alma dedicada a hacer la voluntad del Padre en los cielos. En todos los mortales normales hay ciertos impulsos innatos hacia el crecimiento y la autorrealización que funcionan si no se les inhibe específicamente La técnica segura de fomentar esta dote constitutiva del potencial del crecimiento espiritual consiste en mantener, contra viento y marea, una actitud de devoción sincera a los valores supremos. Lo demás se nos dará por añadidura...