miércoles, 1 de julio de 2009

EFECTOS POSITIVOS

Como dato curioso, hay por ahí un científico que seguramente se estará poniendo morado vendiendo su libro “Cómo cambia Dios tu cerebro”, que afirma que la religiosidad tiene efectos positivos sobre el cerebro.
Basándose en estudios tomográficos cerebrales de monjes franciscano y budistas practicantes, Newberg afirma que las prácticas espirituales tradicionales como la oración son capaces de alterar las conexiones neuronales del cerebro, conduciendo a «estados duraderos de unidad, paz interior y amor».
No descubre nada nuevo, porque esta afirmación se ha venido constatando desde hace siglos mediante otras fuentes. La investigación del científico llega a la conclusión de que hay una influencia muy grande de prácticas religiosas sobre aquellos que «creen de verdad».
El experto considera que «el enemigo no es la religión, el enemigo es la rabia, la hostilidad, la intolerancia, el separatismo, el idealismo extremo y el miedo motivado por prejuicios, ya sean seculares, religiosos o políticos». (Perogrullo dixit).
A lo largo del libro, el autor defiende que «para la mayor parte de los estadounidenses» lo que influiría más positivamente en su calidad de vida es «la espiritualidad». En las páginas del libro, fruto de la experiencia de años de estudios neurológicos, Newberg cita a C. S. Lewis que afirmó: «no recurrí a la religión para ser feliz», ya que «siempre supe que una botella de alcohol hace eso».
Nunca leo libros de autoayuda, sean éstos escritos por científicos o por charlatanes, sin embargo, lo que cuenta Newberg tiene visos de realidad.
Y no es que los creyentes necesitemos las pruebas de la neurología…, mejor dicho, ninguna prueba que no sea la de la experiencia propia. Pero para los incrédulos..., a lo mejor les sirve.

1 comentario:

Francisco dijo...

Muy buena el post, dice algo muy cierto, mas allá de la creencia religiosa de cada uno es muy importante la ecuación(por decirlo de una manera), creer=recibir.
Te felicito, sigue así.

Saludos!