De Ser a Ser

Me estabas diciendo que desde tu punto de vista solamente hay una relación que es la única que habría que buscar. Que buscar otras relaciones, tanto si aparecen como “pareja” o “familia”, que son las principales posibilidades, es disipar la atención sobre la Verdad. Que sólo hay una relación, y es la relación con el Ser. Que esa es la relación que realmente puedes establecer. Porque lo que llamamos relaciones con la familia o relaciones con el hijo, mayormente son un montaje hecho de sentimentalismos, de miedo a la pérdida y del ego reclamando su posesión. Este montaje de sentimentalismos se debe romper. Porque no se tiene una relación profunda con la persona que se llama mi hermano simplemente porque sea mi hermano, porque ser hermano no es más que un concepto. Hay una atracción natural entre la gente que ha crecido en una proximidad física y de parentesco pero, en última instancia, habría que rechazar cualquier concepto acerca de ello o de la importancia que se le da.
La búsqueda de una relación, en realidad, sólo es encontrar el contacto con el Ser, que es Dios. Cuando no se encuentra ese contacto a través de otra persona, la conexión con esa persona deja de ser esencial, es igual que se trate de tu padre o del amigo que viene cada día. Al final no importa quién sea, porque vives en conexión con el Ser y ves que tú estás donde brilla el Ser en toda su pureza. Esa es tu verdadera familia. La familia espiritual es la verdadera familia. Sólo ahí se puede dar el verdadero encuentro: de Corazón a Corazón, de Ser a Ser.