lunes, 12 de octubre de 2009

Nuestro mundo


Hay una pequeña anécdota sobre Picasso. Por lo visto, hubo regalado un cuadro suyo a una persona con la que se sabía en deuda, pero al darse cuenta de que no lo había firmado, dijo: “Espere un momento que se lo firme, porque si no lo hago no valdría nada, porque cualquiera lo podría haber pintado”.

Y esa más antigua de otro pintor que fue contratado por la corte de un rey. Él presentó telas en blanco diciéndoles que, en razón de un sortilegio, solamente aquellos que fuesen bastardos no verían nada en esos lienzos. Todos los cortesanos se pusieron de inmediato a admirar y a comentar aquellas telas en blanco.

Rabiosa actualidad.

1 comentario:

Amalia Lateano dijo...

A pesar de todo eres escritor.
Me encantó tu blog. Gracias por tu comentario. Me he hecho tu seguidora.
Un saludo.
Amalia